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El poder invisible de las redes

  • Laura Gingold
  • 22 ago 2016
  • 6 Min. de lectura

¿Hay redes más efectivas que otras para llevar adelante un emprendimiento, para generar nuevas ideas, para un desarrollo de carrera más veloz, para participar en proyectos más interesantes, para una venta más efectiva, para conseguir trabajo?



A partir de la investigación sobre redes sociales sabemos que la gente que vive en la intersección de mundos sociales, tiene mayor chance de tener nuevas ideas y redes más emprendedoras. La gente que tiene contactos fuera de su red social, son los primeros en aprender nueva información y de ver cómo otros grupos resuelven problemas similares. Pero, la gran mayoría de las personas vive en redes más cerradas y cohesivas. La gente con redes más cohesivas (redes más locales, de gente similar), tiende a pensar y actuar de la misma forma. A la larga, la homogeneidad de las ideas drena la creatividad de las soluciones y la posibilidad de generar ideas nuevas.


En el 2001, Helena con su esposo perdieron todo el capital que habían acumulado en su vida laboral: la casa en el country –en la que vivieron los últimos 10 años-, la fábrica de camperas de cuero, el auto, los ahorros de toda una vida. Tuvieron que enfrentarse a la situación que no podrían seguir viviendo en el country –al que pertenecían desde hacía más de 30 años- porque no podían afrontar los gastos de las expensas y del alquiler de una casa.


Fue un tiempo muy traumático para el matrimonio porque no sólo perdían un estilo de vida, sino también la pertenencia a un grupo social.


Sorpresivamente, un grupo de amigos del mismo country, tomó una decisión. Hablaron con Helena y le transmitieron que querían ayudarlos y colaborar con ellos, con un aporte todos los meses. ¿Qué tipo de red hace posible este tipo de colaboración? ¿Hubiera tenido la misma respuesta de estos vecinos-countristas si la crisis la hubieran padecido nuevos countristas con poca relación con estos vecinos? ¿Qué tipo de red se genera en los “clubes” en cuyo espacio los miembros comparten un estilo de vida, un status social, una identidad y pertenencia?


El tipo de perfil de red, en el caso de Helena es más bien la de una red cerrada, en la que los miembros que pertenecen a esta red se conocen hace tiempo y frecuentan mucho, y con muy poca diversidad (muy homogénea en relación a los valores, estilos de vida, status social). Esta red representa el capital social en la forma de cooperación y confianza alrededor de un grupo pequeño de gente similar. Proveen soporte, asistencia y apoyo emocional.


Este tipo de red, presente también en otros ámbitos como las organizaciones, es muy ventajosa para construir lealtades grupales, afianzar la identidad colectiva, y construir un sentido de pertenencia y misión común. Como en el caso de Helena, todos tienen puesta “la camiseta”. La crisis de Helena no fue indiferente para los amigos que los conocían hacía tanto tiempo. Los amigos sintieron “compromiso” y una necesidad de colaborar.


Pero, esta forma de capital social puede no ser tan beneficiosa para conseguir información nueva u otros recursos, o para influenciar a gente que no forme parte de esta red. Está sujeta a una forma de pensar y ver al mundo: “nosotros-ellos”. Y quienes forman parte del “nosotros” tienden a pensar los problemas y las soluciones de la misma manera porque comparten ciertos modelos mentales y la misma información.

Nuestro caso continúa porque Helena se sentía muy agradecida pero incómoda de recibir este dinero por parte de sus amigos y quiso buscar otra salida. A través de una conocida se contactó con la directora regional de una empresa de venta directa (de productos de maquillaje) y se dispuso probar suerte como vendedora de estos productos. Cuando tuvo que organizar su primera reunión, ¿a quiénes piensan que invitó primero? EXACTO. A sus amigas del country, que por supuesto le compraron todos los productos. Ese mes, Helena superó el record de ventas. Y que imaginan que pasó el segundo mes? NADA. Y el tercero? Tampoco. Porque sus amigas no compraron productos que iban a utilizar sino para “ayudar” a Helena. Ahí, Helena descubrió que necesitaba de otro tipo de red para su objetivo de venta.


El tipo de red que Helena estaba precisando es la red emprendedora. Es un tipo de red grande y dispersa, en la que la persona forma parte de diferentes grupos –en general desconectados entre sí- con una composición de gente muy diversa (pertenencias a diversos mundos) . Esta red es muy ventajosa para conseguir información nueva, aprender de nuevas oportunidades, y encontrar recursos. Las personas con este tipo de red, tienen redes amplias y muy diversas (pertenecen a diferentes grupos y mundos sociales), conocen muchas personas, en particular a personas claves, saben a quién llamar cuando necesitan algo, y gozan de su confianza y respeto. Y tienen la habilidad de conectar redes, que sin ellos, no se habrían conectado. La diversidad de información, así como el cruce de modelos mentales y experiencias de diversos mundos, hace de este tipo de red, la ideal para el desarrollo de nuevas ideas.


Estamos acostumbrados a pensar que el éxito profesional depende de nuestra formación, expertise, inteligencia, habilidades, conocimiento. Es decir: lo que sabemos. Esta creencia está basada en el mito del individualismo: la creencia que tanto el éxito como el fracaso dependen de las habilidades individuales, del talento, del esfuerzo individual, de la suerte. Pero nos cuesta más darnos cuenta cómo influye sobre nuestro resultado y éxito personal la forma en que estamos conectados a otros. Es decir: a quién conocemos. A quién conocemos implica: el tamaño y la diversidad de nuestra red personal y profesional. En palabras del sociólogo Ronald Burt, profesor de estrategia empresarial en la Escuela de Negocios de la Universidad de Chicago.: “Quienes lo hacen mejor son los que están mejor conectados: que confían en otros, están obligados a apoyar a otros, dependen del intercambio con otros”.


¿Qué significa estar mejor conectados?


Tomado aisladamente, el tamaño de red puede ser engañoso. Dos personas con el mismo número de personas en su red, pueden tener estructuras con patrones muy diferentes y por lo tanto tener acceso a diferentes tipos de redes y recursos en esas redes. Tomemos el siguiente ejemplo, que ilustró R. Burt (2002): Roberto y Julio tienen exactamente el mismo número de lazos directos, 7 cada uno (6 fuertes y uno débil con raya punteada). La diferencia es que la mayoría de la gente en la red de Julio se conoce, mientras que en la de Roberto hay grupos de personas que no se conocen entre sí. El diagrama de sus redes se ve así:

Roberto accede a información en el grupo C, que nadie más accede. Y tiene una llegada directa al grupo A, mientras que Julio llega a la información en el grupo A, indirectamente, a una distancia de 2 grados de separación (tiene que pasar a través de 2 personas para llegar a la información de ese grupo). Julio, en cambio, tiene un intercambio muy fluido exclusivamente con su grupo o equipo.


Podríamos aventurar que si fuera una organización, Roberto está en una posición en la red que le facilita resolver mejor los problemas. Si hay un problema en un área (grupo A), y la solución está en otra (grupo C), y Roberto es el puente, puede unir ambas puntas. Eso crea valor y visibilidad y probablemente Roberto obtendrá una recompensa por esto. También es probable que Roberto trabaje con más eficiencia, no duplique esfuerzos y ahorre tiempo porque sabe dónde obtener la información necesaria y no pierde tiempo buscándola. Pero, también hay una razón crítica para pensar que Roberto está en una posición ventajosa: Julio tiene menos fuentes de información independientes comparadas con las de Roberto, y puede llevar a tomar decisiones con información más pobre. Comparte la visión de los problemas y soluciones con su grupo, quienes tienen acceso a la misma información.


No hay redes correctas o incorrectas. Las redes más pequeñas, cerradas y homogéneas tienen el valor de ser soportes, y también de generar una identidad compartida. Son nuestras redes de confianza, las que nos apoyan para llevar adelante un proyecto o iniciativa. Las redes más emprendedoras (grandes y diversas) son las generadoras de nuevas ideas y son más flexibles. Tienen –como obstáculo- que son más susceptibles a tensiones y conflictos porque están conformadas por grupos con diversidad de intereses y agendas. Y usted, ¿se tomó un tiempo para hacer el ejercicio de construir su perfil de red? En un ejercicio muy bueno para reflexionar sobre la calidad de las relaciones y para ver cómo uno está parado en las redes laborales y personales. Si lo hizo, ¿a qué se parecen? ¿a las redes más cerradas de Helena o a las de tipo emprendedor de Roberto? Una vez que haya hecho este ejercicio, podrá pensar si su perfil de red está alineado con su situación actual y si le resulta beneficioso o no, para alcanzar sus objetivos laborales, y personales.


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